El Nuevo Hoy No Circula descartará a todos los vehículos anteriores al 2006, pues la autoridad afirma, suponemos bajo el asesoramiento de expertos medioambientalistas, que bastará la conexión al puerto OBD II -On-Board Diagnostics II, diagnosticos de abordo, un canal de acceso a las entrañas de la ECU o computadora central del motor-, para saber el status o condición en que opera el endotérmico.
Esta tecnología no es nueva, pues el protocolo y mecanismo del OBD II data de casi 20 años pero continúa actualizándose y hoy permite, gracias a la magia digital de las más recientes computadoras de motor y la red CAN o multiplexado que utilizan para la interacción con todos los módulos dispuestos en los automóviles de estos días, el monitoreo y supervisión del completo funcionamiento de todos los sistemas ya no es ciencia oculta.
Gracias a este avance, la verificación de las emisiones no puede ser adulterada o afectada por los operarios que hagan dicha revisión. También supondrá un candado para cualquier tipo de "brinco" o triquiñuela por parte del técnico promedio -siempre existe alguien capaz de hallar una solución diferente o evasiva digital-, por lo que el trámite deberá ser más sencillo.
La segunda ventaja es que liberará del escaso espacio de nuestras calles a 1.7 millones de vehículos con más de 10 años de edad. Suena injusto pero es necesario debido al terrible problema que crea en el grueso de la población esta severa contaminación del aire que respiramos.
Sin embargo, todavía falta ver cómo se orquestarán estas primeras propuestas con el resto de las entidades que conforman la llamada megalópolis. Y sobre todo, normalizar y establecer los mismos criterios sin caer en la vieja resistencia a la centralización, el llamado "se acata pero no se cumple", tan inherente a nuestra idiosincracia debe descartarse por completo. Porque no será fácil esta cohesión de criterios pues las diferencias afloran casi siempre por posturas políticas; falta esa visión general de una autoridad competente y conciliadora que considere a todos los factores hoy y a largo plazo.
Así, pese el paso adelante de este emergente Hoy No Circula, también hay que considerar el resto de las propuestas encaminadas a reducir la contaminación ambiental así como una verdadera estrategia encaminada a que el capitalino común pueda trasladarse sin exponerse a riesgos o perdidas de tiempo de cara a una urbe postmoderna amigable y de carácter amable para con todos los seres vivientes que en ella residen. Y eso incluye a toda la fauna y flora que sobrevive a nuestros días.
Porque el automóvil no es el enemigo.