
Las señales en nuestra camino sea en la carretera, en la calle o en la autopista, nos ilustran y anticipan para lograr un viaje seguro y cómodo.
COMO MANEJAR SEGURO Y RÁPIDO
Muchos saben manejar un auto, por lo menos eso es lo que creen. Si aplicamos unas cuantas técnicas de conducción a la defensiva combinadas con las de manejo deportivo, se puede lograr una habilidad más que notable para el día a día frente al volante. Esta es una serie de 5 pasos para comprender el tema de la conducción segura antes que rápida. Espero les agrade.
3ª parte
¿dónde?
Si ya mentalizamos nuestro objetivo principal, lo siguiente es comprender el entorno donde nos desenvolvemos. Si estamos en la ciudad, debemos aceptar que el ambiente es mucho más hostil y peligroso que en la carretera. Puede parecer contradictorio, pero basta una simple revisión de elementos que pudieran afectar nuestra ruta. En las calles de cualquier ciudad, es muy fácil que ocurran rebases por la derecha, paradas bruscas de nuestros vecinos automovilistas, invasión sin aviso de nuestro carril, salidas intempestivas de peatones, niños o animales que cruzan justo a media cuadra. Ello sin dejar de lado los típicos imprevistos por falta de tiempo así como la fácil divagación de nuestra mente porque la baja velocidad nos engaña y hace sentirnos más seguros. No es tan fácil, hay que ser mucho más alerta pues existen mucho más variables que en cualquier otro lado. Porque es muy probable que, según nuestro ego, seamos los mejores al volante; pero el resto de los conductores no. Y hay que cuidarse para no ser parte de las estadísticas o de las bonitas cuentas de las aseguradoras.
En cuanto al tema de la carretera, existen dos tipos de vías. La más común es la carretera federal o estatal de dos vías o carriles, la clásica ida y vuelta que obliga también a ser precavidos ante cualquier circunstancia que atenue nuestras reacciones o posibles escapes. Y es que usualmente la calidad de sus asfaltados o los todavía escasos concretos, no son los mejores, por lo menos en este país. Si a ello le sumamos el hecho de la señalización no es muy buena, agregado con la variedad de sorpresas que saltan casi a la menor provocación, tendremos presente que debemos ser tan atentos como en la misma ciudad, sobre todo considerando el extra de velocidad que se acostumbra.
Si hablamos de autopistas, la mayoría observa pavimentos que van de regular a buenos, obviamente son mejor señalizadas y existen varias de múltiples carriles, lo que repercute en un mayor nivel de seguridad. Curiosamente, a veces cancelado por la desorbitante velocidad o contraste de vehículos que pueden encontrarse. A quién no le ha tocado rebasar a un venerable camión de volteo que apenas supera los 60 km/h o por el otro lado, nos rebasa un deportivo que viaja a unos excesivos 150 km/h cuando la máxima indicada es de 80, por decir un ejemplo. La ventaja es que la mayoría son relativamente más predecibles y si son conocidas, no resultan tan difíciles de llevar incluso a buenos ritmos por arriba de los 120 km/h.
Aquí vale la pena explicar un poco el tipo de señales tanto de letreros como las rayas pintadas en la misma carretera. Saber su significado nos puede ayudar mucho en circunstancias riesgosas como al encontrarnos con un banco de niebla o una lluvia muy fuerte.
Muchos saben manejar un auto, por lo menos eso es lo que creen. Si aplicamos unas cuantas técnicas de conducción a la defensiva combinadas con las de manejo deportivo, se puede lograr una habilidad más que notable para el día a día frente al volante. Esta es una serie de 5 pasos para comprender el tema de la conducción segura antes que rápida. Espero les agrade.
3ª parte
¿dónde?
Si ya mentalizamos nuestro objetivo principal, lo siguiente es comprender el entorno donde nos desenvolvemos. Si estamos en la ciudad, debemos aceptar que el ambiente es mucho más hostil y peligroso que en la carretera. Puede parecer contradictorio, pero basta una simple revisión de elementos que pudieran afectar nuestra ruta. En las calles de cualquier ciudad, es muy fácil que ocurran rebases por la derecha, paradas bruscas de nuestros vecinos automovilistas, invasión sin aviso de nuestro carril, salidas intempestivas de peatones, niños o animales que cruzan justo a media cuadra. Ello sin dejar de lado los típicos imprevistos por falta de tiempo así como la fácil divagación de nuestra mente porque la baja velocidad nos engaña y hace sentirnos más seguros. No es tan fácil, hay que ser mucho más alerta pues existen mucho más variables que en cualquier otro lado. Porque es muy probable que, según nuestro ego, seamos los mejores al volante; pero el resto de los conductores no. Y hay que cuidarse para no ser parte de las estadísticas o de las bonitas cuentas de las aseguradoras.
En cuanto al tema de la carretera, existen dos tipos de vías. La más común es la carretera federal o estatal de dos vías o carriles, la clásica ida y vuelta que obliga también a ser precavidos ante cualquier circunstancia que atenue nuestras reacciones o posibles escapes. Y es que usualmente la calidad de sus asfaltados o los todavía escasos concretos, no son los mejores, por lo menos en este país. Si a ello le sumamos el hecho de la señalización no es muy buena, agregado con la variedad de sorpresas que saltan casi a la menor provocación, tendremos presente que debemos ser tan atentos como en la misma ciudad, sobre todo considerando el extra de velocidad que se acostumbra.
Si hablamos de autopistas, la mayoría observa pavimentos que van de regular a buenos, obviamente son mejor señalizadas y existen varias de múltiples carriles, lo que repercute en un mayor nivel de seguridad. Curiosamente, a veces cancelado por la desorbitante velocidad o contraste de vehículos que pueden encontrarse. A quién no le ha tocado rebasar a un venerable camión de volteo que apenas supera los 60 km/h o por el otro lado, nos rebasa un deportivo que viaja a unos excesivos 150 km/h cuando la máxima indicada es de 80, por decir un ejemplo. La ventaja es que la mayoría son relativamente más predecibles y si son conocidas, no resultan tan difíciles de llevar incluso a buenos ritmos por arriba de los 120 km/h.
Aquí vale la pena explicar un poco el tipo de señales tanto de letreros como las rayas pintadas en la misma carretera. Saber su significado nos puede ayudar mucho en circunstancias riesgosas como al encontrarnos con un banco de niebla o una lluvia muy fuerte.
- Letreros en verde; indican los destinos de la carretera, así como la distancia y el número de la misma. Se les llama informativas.
- Letreros en blanco; nos hablan de restricciones y observaciones como velocidad máxima, cruces de otras vías u obligaciones como mantenerse a la derecha, etc. Son de carácter exhortativo.
- Letreros en amarillo; el color es un claro referente de que existe riesgo, como una curva próxima, zona de derrumbes o vados. Son imperativas.
- Letreros en azul; usados para marcar zonas de servicio como gasolineras, restaurantes, etc. Son orientativas.
- Raya blanca continúa; delimita el área segura de un carril y normalmente se encuentran a la extrema derecha.
- Raya blanca intermitente; sirve para diferenciar los carriles internos, su discontinuidad indica que está permitido el rebase en cualquier momento.
- Raya amarilla continua; es limitante obligatorio y determina que no debe rebasarse o superarse en cualquier circunstancia. Es más común verla al centro y en curvas muy cerradas.
- Raya amarilla intermitente; Sólo puede hacerse un rebase bajo condiciones óptimas de visibilidad, a veces van asociadas a una o dos rayas blancas o amarrillas. El lado derecho de este trío es el que determina su conducción.